Abriendo caminos para el progreso de Risaralda

Mistrató, 15 de marzo de 2016. El viernes 11 de marzo a las 5:00 de la mañana el equipo de trabajo de la Secretaría de Infraestructura en compañía del personal del Batallón San Mateo, emprendió un recorrido para la zona limítrofe entre Pueblo Rico y Mistrató.
Cumplir con uno de los compromisos del gobernador de Risaralda, Sigifredo Salazar Osorio, fue la razón principal para realizar el recorrido por una de las zonas selváticas más coloridas de nuestro verde y emprendedor departamento. El objetivo principal era encontrar la forma de facilitar la movilidad de la comunidad indígena que habita en los resguardos de Santa Cecilia y Mistrató.
Después de desayunar en la plaza central de Mistrató, la delegación continúo el viaje por más de hora y media, pasando por veredas como Mampay, Costa Rica, Chorro seco, Jeguadas y Chatas para llegar al punto donde la maquinaria de la Gobernación, hace una semana, tuvo que cambiar la ruta de trabajo y empezar por el sector de Santa Cecilia, esto por causa de una roca gigante, que los integrantes de la comitiva nombraron "Piedra largato" por su aspecto similar a este reptil.
Tras analizar la zona, el coronel Waldo Franco, comandante del Batallón San Mateo, aseguró que se debe hacer uso de explosivos para poder eliminar la piedra y así abrir el paso de la vía, la cual hasta el momento, de sus 8 kms de intervención tiene más de 5 kms reparados.
Para este momento ya eran las 9:00 de la mañana y con las botas puestas, el comandante del Batallón, los soldados, la secretaria de Desarrollo Social, Teresita Peláez; el secretario de Infraestructura, Luis Eduardo Ortiz; y el equipo de Comunicaciones inició una caminata por el sector de La Unión donde se encuentran algunos resguardos indígenas, población que será beneficiada, no solo con el arreglo de la vía sino con los proyectos que Desarrollo Social iniciará en las próximas semanas.
En medio de la naturaleza, apareció un paraíso verde con olor a cacao, uno de los productos agrícolas que trabajan las familias Embera para poder sobrevivir en medio de su cultura.
Después de más de media hora, la comitiva llegó a una quebrada donde lo cristalino del agua permitía ver el reflejo de cada uno, además de ser el sitio de esparcimiento de los pequeños indígenas, esta fue una parada obligada para iniciar con la escalada de una montaña que les hizo subir casi arrodillados y los dejó literalmente sin aire y con la penitencia de Semana Santa cumplida antes de tiempo.
A menos de 400 metros de ‘la meta", un derrumbe obligó al regreso, con una caminata de 50 minutos para llegar al punto donde estaban los vehículos y la "piedra lagarto" punto de referencia que separara los dos municipios y que en pocos días dejará de existir para darle continuidad a una de las obras que se encuentra realizando la Secretaría de Infraestructura del departamento, para llevar progreso a una de las zonas más apartadas de Risaralda.
Fecha de publicación 15/03/2016
Última modificación 27/07/2016